En la primera opción, siguiendo las reglas del curling original, los participantes se turnarán para lanzar sus discos con el objetivo de acercarse lo máximo posible al último espacio delimitado por una línea al final de la pista. Durante el juego, los discos pueden chocar entre sí para desplazar al oponente y ganar ventaja. Al finalizar todos los lanzamientos, el jugador cuyo disco esté más cerca del último espacio se lleva la victoria.

En otro enfoque, se suman puntos cada vez que un jugador arroja su disco y este aterriza en uno de los espacios delimitados por líneas. Cada uno de estos espacios tiene un valor diferente: aquellos más cercanos tienen un valor inferior, mientras que el espacio al final de la pista tiene el valor más alto. A medida que las líneas están más distantes, posicionarse se vuelve más difícil, pero a su vez, se obtienen más puntos ¡Cuidado con los oponentes, ya que pueden cambiar drásticamente el rumbo del juego! El jugador que acumule más puntos al final, se lleva la victoria.

Finalmente, te presentamos un juego diseñado para dos personas. Cada jugador se coloca en un extremo de la pista y, por turnos, lanzan sus discos al campo contrario. Cada disco suma puntos dependiendo del espacio delimitado por líneas en el que aterrice. ¡Que gane el jugador que logre acumular más puntos al final del juego!

Tanto adultos como niños disfrutarán mucho y quedarán cautivados por este juego.